INICIOS DE UN SERVICIO DE NEFROLOGÍA. HOSPITAL DE LAS CINCO LLAGAS Y HOSPITAL UNIVERSITARIO DE SAN PABLO. SEVILLA

INICIOS DE UN SERVICIO DE NEFROLOGÍA. HOSPITAL DE LAS CINCO LLAGAS Y HOSPITAL UNIVERSITARIO DE SAN PABLO. SEVILLA

La primera sesión de hemodiálisis se realizó en el año 1972, en el hospital universitario de San Pablo de la Facultad de Medicina de Sevilla.

PRIMERA SESIÓN

1.1.2. Fue en una mujer con IRC por una probable glomerulopatía sin filiar. Se llamaba María y pasó a nuestra pequeña, aunque emotiva historia por significar el inicio de una ilusión a nivel profesional; también en este mismo plano un reto, y desde el punto de vista humano la creación de una serie de vínculos afectivos tanto con ella como con su familia. María fue el querido manual técnico donde completamos la formación aprendida en la teoría. La enferma, que nos había sido enviada desde otro servicio hospitalario casi en coma urémico, se dializó previa y repetidamente por diálisis peritoneal antes de esta primera sesión. Posteriormente entró en un programa de crónicos, sui generis por sus características y condicionamiento, pero que consiguió casi su completa readaptación a sus formas vitales anteriores. Posteriormente, por cuestiones familiares, marchó a Madrid donde falleció. 1.1.3.- El monitor utilizado fue un R.S.P de Travenol. 1.1.4.- Se utilizó un dializador de membrana tipo Twin Coil de Travenol. 1.1.5.- El acceso vascular era una fístula arteriovenosa externa.
La historia de la hemodiálisis en el hospital universitario Virgen Macarena de Sevilla se inicia en el hospital universitario de San Pablo, lugar de transición entre el antiguo hospital de la Cinco Llagas y el centro sanitario actual donde la Facultad de Medicina, por problemas y enfrentamientos que no vienen al caso entre la Universidad Hispalense y la Diputación Provinciala quien pertenecía el edificio, tuvo que ubicar circunstancialmente sus instalaciones sanitarias hasta finalización y apertura del nuevo hospital que entonces se construía. En su génesis es preciso citar al entonces Decano de la Facultad Prof. Suarez Perdiguero, quien diseñó un esquema funcional de lo que en el futuro sería el servicio de Nefrología.

INICIOS DE LA HEMODIÁLISIS

INICIOS DE LA HEMODIÁLISIS
1.2.2.- Además, debemos recordar el apoyo moral recibido casi de continuo hacia la idea por el Prof. León Castro, catedrático de Patología Médica, en cuya parcela de actuación sanitaria debería desarrollarse. Sin embargo, tal desarrollo, tanto activo como organizativo, se debe a un reducido grupo de médicos adscritos a la citada cátedra, que fueron los que la llevaron a cabo. Mencionemos en este sentido a los doctores José A. Milán Martin, Tomás Guzmán Valencia y José Cabrera Serrano, quienes, dirigidos por este último, y con la esporádica participación del Dr. Juan Muñoz González, formaron el núcleo inicial que florecería después en el actual servicio de Nefrología. 1.2.3.- Cuando se iniciaron estos balbuceos de depuraciones extrarrenales, el Dr. Cabrera acababa la especialidad de medicina Interna y se adentraba en la Nefrología. Los Dres. Milán y Guzmán se especializaban también en ambas. 1.2.4.- El brusco cambio que por entonces sufrían las especialidades médicas pugnando por auto determinarse dentro de la gran Madre Medicina Interna, hacía frecuentes los episodios no ya de incomprensión sino de crítica acerva y despiadada que fácilmente se convertían en burlescas sátiras. La envidia y la pérdida de poder en parcelas hasta entonces dominadas por otros especialistas, eran las causas más frecuentes de estos enfrentamientos que llegaban en algunas ocasiones hasta lo personal. Una frase muy en boga en aquella época: Se murió con el potasio normal, da fe de cuanto contamos. 1.2.5.- Además de la ya citada formación sobre Patología Médica, adquirida en la cátedra del Prof. León Castro, el Dr. Cabrera Serrano realizó cursos sobre la materia en los servicios de Nefrología de la clínica de la Concepción (Fundación Jiménez Díaz- Dr. Hernando Avendaño), Hospital de San Pablo y club de diálisis del Dr. Rotellar en Barcelona, así como una asistencia de 6 meses de duración en el hospital Necker de París, bajo la dirección del Prof. J. Hamburger. 1.2.6.- Sobre las bases formativas descritas, se desarrollaron los Protocolos Nefrológicos, que se apoyaron además en textos clásicos en la materia, de los que citamos: “Nefrología” de Hamburger “ Acute Renal Failure” de Merryl “Diseases of the Kidney” de Strauss-Weltd “Técnicas de Reanimación” de J. Hamburger “Insuficiencia Renal Crónica” de Rotellar También se utilizaron para tales fines revistas especializadas, Cuadernos Nefrológicos del Hospital Necker, Presse Medical, Nephrology, etc. 1.2.7.- La primitiva idea ya apuntada de iniciar hemodiálisis en el hospital de las Cinco Llagas, no pudo llevarse a cabo por el también mencionado divorcio entre Universidad y Diputación que obligó a la primera a abandonar el hospital que durante años había sido sede de la Facultad de Medicina. Sin embargo, en la sala de San Cosme, Servicio del Prof. León Castro, se fabricó un cubículo destinado a albergar el primer monitor, aunque nunca llegó a funcionar. La Facultad traslado sus dependencias sanitarias y docentes el hospital de San Pablo, antiguas dependencias utilizadas por el ejército norteamericano durante sus estancia y permanencia en Sevilla. Era este un conjunto de barracones que una vez habilitados para sus nuevos fines, conformaron un complejo sanitario de varios pabellones o cuerpos. En uno de ellos, el Central, se ubicaron servicios especiales como quirófanos, reanimación, unidad coronaria y hemodiálisis. La primitiva unidad de hemodiálisis quedó constituida por una habitación lo suficientemente amplia como para albergar cómodamente dos camas hospitalarias y dos monitores, un precario puesto de vigilancia y un reducido almacén. Las instalaciones de agua y electricidad eran provisionales y fueron realizadas y después mantenidas por técnicos de propio centro. La problemática era pues elemento exigido en tal templo de la provisionalidad y la improvisación, sobre todo en lo que se refiere a cuanto se derivaba de su deficiente infraestructura. Como el agua… La dureza del agua del lugar la invalidaba para su uso y la solución era importarla de otras zonas de Sevilla, lo que, según peculiares acuerdos entre organismos oficiales, correspondía a los bomberos. Y en más de una ocasión este cuerpo social, a los que desde aquí recordamos con cariño y agradecemos su gestión de entonces, avisados de nuestra sequía acudían presto a golpe de sirena para remediar el entuerto que la precariedad de medios convertían en emergencia. 1.2.8.- La primitiva unidad de hemodiálisis constaba de dos monitores: Un R.S.P TRAVENOL y un CENTRY I de COBE-PALEX 1.2.9.- Sobre las citadas bases, la Unidad desarrolló sus funciones. Durante los siguientes meses no hubo ampliación ya que ésta estaba condicionada al traslado a la unidad definitiva en el nuevo hospital de la Facultad de Medicina en construcción. Durante la permanencia de la Unidad en el hospital de San Pablo, no podemos precisar con exactitud en tiempo, la dotación de personal fue la misma que en los comienzos, no así el número de pacientes crónicos a tratar que llegó a 6, en turnos de mañana. Sin embargo, como unidad nefrológica cubría guardias de 24 horas y atendía cualquier problema relacionado con la patología renal, bien en su vertiente aguda como crónica. 1.2.10.- La problemática surgida en los primeros meses de funcionamiento de la Unidad se generaba con tres grupos de factores: Factores inherentes a los recursos materiales: lógicos en cualquier inicio funcional y subsanables en la medida en que las disposiciones económicas del centro y la buena voluntad de sus gestores así lo permitían. Factores relacionados con la formación de personal: sobre todo la necesidad de un rodaje en las técnicas y la tendencia hacia al autodidactismo determinado por las propias necesidades y características de la Unidad. Factores iatrogénicos: determinados por la propia diálisis (hipotensiones, mareos, hemorragias, etc.) que provocaban entonces más temores y preocupaciones que accidentes desagradables en sí. Afortunadamente no tuvimos que lamentar incidentes mayores. 1.2.11.- En realidad, quizás por los planteamientos iniciales, la necesidad de una Unidad de Hemodiálisis en el Centro se generó rápidamente y a los pocos meses de funcionamiento, los nefrólogos tuvieron su papel de hecho y de derecho en la plantilla médica del hospital. Por tal circunstancia entraron sin cuestionarse sus roles en las nuevas instalaciones del Hospital Universitario.
No podemos hablar de una enfermera de hemodiálisis ya que, desde un primer momento, la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina, puso a disposición de la Unidad un pool de 12 – 12 estudiantes de Enfermería (2º y 3º cursos) que en grupos de 2 atendían la sistemática funcional de las sesiones. De este grupo salieron las que, ya en plantilla y con titulación, atenderían a la nueva Unidad.

PERSONAL AUXILIAR DE HEMODIÁLISIS

Los accesos vasculares de las primeras hemodiálisis fueron fístulas arteriovenosas externas. En los pacientes agudos se protocolizó la vía femoral (Shaldon), aunque por problemas estructurales se prefería la diálisis peritoneal antes que la hemodiálisis. En los crónicos se utilizaron fístulas externas e internas. Los cirujanos cardiovasculares eran los encargados de realizar los accesos vasculares. El primer cirujano en colaborar para la realización de las fístulas arteriovenosas fue el Dr. Rafael Castro del Olmo, cuyas fístulas internas podemos recordar que eran de larga duración 

ACCESOS VASCULARES

Los accesos vasculares de las primeras hemodiálisis fueron fístulas arteriovenosas externas. En los pacientes agudos se protocolizó la vía femoral (Shaldon), aunque por problemas estructurales se prefería la diálisis peritoneal antes que la hemodiálisis. En los crónicos se utilizaron fístulas externas e internas. Los cirujanos cardiovasculares eran los encargados de realizar los accesos vasculares. El primer cirujano en colaborar para la realización de las fístulas arteriovenosas fue el Dr. Rafael Castro del Olmo, cuyas fístulas internas podemos recordar que eran de larga duración.

DIALIZADORES

INDICACIONES SESIONES DE HEMODIÁLISIS

La indicación de hemodiálisis venía dada en función de los parámetros entonces vigentes:

En los pacientes agudos

  • Análisis de la Patología Causal
  • Anuria
  • Importante acidosis metabólica
  • Hiperkalemia con peligro vital
  • Retención nitrogenada

Sin embargo, debemos una vez más insistir en que, debido a problemas técnicos y estructurales, en los fracasos renales agudos la técnica de elección era la diálisis peritoneal. Tampoco debemos olvidar que quizás influidos por la escuela francesa, valorábamos la funcionalidad del fracaso renal y técnicas como el choque con furosemida, eran utilizadas frecuentemente y con buenos resultados.

En los pacientes crónicos

En estos pacientes la DP era también la primera práctica depuradora extrarrenal. Nos servía para:

  • establecer un diagnóstico definitivo
  • dar tiempo para la maduración de la fístula
  • valorar su inclusión en un programa de crónicos.

Una vez programado el futuro terapéutico del paciente, se le establecían sesiones de diálisis:

2 sesiones semanales de 8 horas

3 sesiones semanales de 6 horas

La primera diálisis peritoneal data de 1970 y fue realizada en el hospital de las Cinco Llagas. Anteriormente, en otros servicios principalmente quirúrgicos, se había realizado algunas experiencias al respecto, todas ellas heroicas y más buscando el milagro que o que verdadera, ente ofrecía la técnica en sí.

DIÁLISIS PERITONEAL

DIÁLISIS PERITONEAL
2.2. Se trataba de un paciente crónico (Poliquistosis Renal), en fase terminal, cuya indicación, también como último intento terapéutico rayano en la desesperación, fue hecha por el catedrático Prof. León Castro. Se formó un pequeño de grupo de alumnos internos incluyendo el grupo al Dr. Milán Martín, y dirigidos, si así puede llamarse, por el Dr. Cabrera Serrano. Se utilizaron sueros YBIS (Dialisol) y la técnica utilizada fue la punción peritoneal para la implantación de un catéter de la misma marca. Los resultados son los que habrá imaginado el lector, dada la inexperiencia e improvisación del hecho, la precariedad de medios y el deterioro del paciente. 2.3.- Múltiple fue la problemática generada en esta experiencia, tanta que podríamos decir que tuvimos de todo, desde problemas relacionados con la implantación del catéter hasta otros involucrados con la precariedad de medios que impedían la realización de los oportunos controles. Sin embargo, sirvió para vislumbrar las posibilidades de la técnica y la necesidad de su sistematización futura. 2.4.- Al margen de esta experiencia, pionera en la historia de la Diálisis Peritoneal del Hospital, posteriormente se realizaron otras sesiones en el propio hospital de las Cinco Llagas, ya con la sistematización antes aludida, y donde la técnica cumplía con el papel que se le exigía. En éstas, aun sin definir con exactitud un concepto de equipo, participaron los Dres. Milán Martín y Guzmán Valencia, que después formarían la Unidad de Hemodiálisis del Hospital de San Pablo, junto al Dr. Cabrera Serrano.